Familia: Solanáceas
Nombre científico: Hyoscyamus niger L.
Nombre vulgar: Beleño negro
Etimología: Del griego “hys” cerdo, y “cyamus” haba, porque según dicen, los cerdos consumen sus frutos impunemente.
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Lámina herborizada de Beleño negro (Hyoscyamus niger L. ) |
Las leyendas y creencias nos cuentan que el beleño nació de la sangre de Cadmo, héroe legendario hijo de Agenor, y alimentó los caballos de Hera, nombre griego de Juno, hermana y esposa de Júpiter.
Al entrar en el Hades, se coronaba a los muertos con beleño. Se adornaban los banquetes funerarios con la planta, se hacían coronas para los difuntos y lo plantaban alrededor de las tumbas. Se llamaba “apium”, y decían “indiget apio” (necesita beleño) cuando no se podía curar al enfermo y en breve se usaría la planta para su sepulcro.
Alberto Magno tenía al beleño como una hierba que causaba altercados, su nombre de “altercum” se refería a que los que la consumían perdían la cabeza y se peleaban, pero también la da como hierba amable, haciendo a los hombres corteses, alegres y deleitables.
El beleño era uno de los componentes de la triaca de las brujas en los ungüentos para volar, y en los conjuros satánicos, junto con belladona, adormidera y posteriormente estramonio, todas ellas fuertemente narcóticas. El ungüento aplicado en las axilas y partes pudendas, provocaba una gran alteración de la conciencia, sensación de ligereza y alucinaciones, percibiendo cómo salían volando al aquelarre (prado del macho cabrío), también llamado Sabbat, por celebrarse los sábados. También se dejaba a las brujas consumir las semillas antes de ser quemadas en las hogueras, con lo que en ocasiones morían maldiciendo a sus verdugos ajenas al dolor.
Fue pócima de amor y hierba mágica, los brujos utilizaron sus propiedades maléficas para engendrar locura y muerte, fue utilizado por vírgenes para atraer la lluvia, el humo en la hora de Saturno provoca riñas y discusiones violentas, y se tuvo como amuleto de niños, traedor de suertes buenas y malas, acompañante de funerales y piras inquisidoras y participante en dramas de Homero y Shakespeare e inspirador de otros. Los galos le consagraron al dios Belenos, del que tomó su nombre, y todavía en nuestros días hacemos uso del verbo embelesar, sinónimo de embeleñar.
La ingestión de sólo dos gramos de raíz es letal. Sus alcaloides tropánicos producen el mismo tipo de intoxicación que la belladona, caracterizándose por visión borrosa con deformación de los objetos, espasmos y dolores musculares, sensación de sequedad bucal acompañada de intensa salivación, aceleración cardiaca que, en casos graves, entra en un coma profundo finalizando generalmente con la muerte o bien el intoxicado sufrirá lesiones mentales irreparables.